Podas de árboles y jardines

En PODAS EUROPA somos especialistas de la poda en altura, que consiste en cortar las ramas y troncos sobrantes de árboles de cierta envergadura, generalmente por que han crecido en exceso y suponen algún tipo de peligro o molestia para su entorno (árboles cuyas ramas rozan las fachadas de edificios, por ejemplo) o porque necesitan una poda de saneamiento que favorezca su crecimiento. Al tratarse de árboles de grandes dimensiones, a cuyas ramas no es posible llegar con escalera, requeriremos de material específico y de herramientas profesionales de trepa.  

La poda en altura es un trabajo de riesgo que sólo pueden efectuar los mejores profesionales: PODAS EUROPA está formado por un equipo especializado en podas de altura, con certificación tanto en técnicas de trepa como en manejo de plataformas elevadoras, lo que nos permite acometer cualquier tipo de trabajo, incluso aquellos que supongan una extrema dificultad. 

Nuestra amplia experiencia y profesionalidad nos permite garantizar trabajos de excelente calidad: somos eficaces, rápidos y seguros. Ponemos especial atención en cumplir con las normas de seguridad relativas a la poda de árboles, por eso trabajamos con equipamiento homologado según la normativa europea para la arboricultura aérea: cuerdas, cascos, manguitos, pantalones anticorte y motosierras de la mejor calidad.

Nos desplazamos sin problema a cualquier punto de la Comunidad de Madrid y a provincias limítrofes para valorar y presupuestar, sin ningún tipo de compromiso, posibles actuaciones. El presupuesto se envía al cliente en un plazo máximo de 24 horas, una vez realizada la visita prospectiva.

Movidos por el respeto a la naturaleza, en PODAS EUROPA nos comprometemos a efectuar el tipo de poda que más convenga a la salud de tu árbol, minimizando cualquier daño. No lo dudes y contacta ya con nosotros para concertar una visita. 

La poda de árboles tiene como objetivo mantener la forma natural del árbol y/o adecuarla a su entorno. Con ella se logra restablecer el equilibrio entre el sistema de raíces y la parte aérea de la planta, mantener la forma y la salud del árbol y adecuarlo al entorno donde esté ubicado, facilitando, por ejemplo, el tránsito de peatones y coches; y la no interferencia de su copa con cableado, iluminación o cualquier otra infraestructura existente en zonas urbanas.

A continuación detallamos los principales tipos de poda de árboles y su utilidad:

• Las podas de saneamiento, en las que generalmente se retiran las ramas secas o aquellas que sufren el ataque de organismos oportunistas (insectos u hongos), causantes de enfermedades en los árboles. Con ellas se busca mantener el crecimiento continuo del árbol, fortalecer las ramas principales y aligerar la copa para que filtre mejor el aire y penetre más luz. 

• Las podas estéticas, que buscan mejorar visualmente las características naturales de un árbol o arbusto. Este tipo de poda nos permite influir en su forma y su belleza con el fin de conseguir una estética determinada. A nivel colectivo (conjunto de árboles o arbustos) se integra dentro de las técnicas de "paisajismo".

• Las podas de seguridad: se realizan en ramas que obstruyen la visibilidad, ramas colgadas o inclinadas sobre techos; en el arbolado urbano, ramas que tapan señales de tráfico o que perturban la visibilidad de un inmueble. También se aplican a las ramas superiores de la copa de los árboles para que no alcancen las líneas del tendido eléctrico. Este tipo de poda es la más apremiante y es impostergable, debido a los riesgos que implica su no ejecución.

 

• Las podas de formación: se suelen realizar cuando el árbol es aún joven; persiguen su crecimiento con la formación de un tronco fuerte y de calidad, y unas ramas gruesas que se distribuyan armoniosamente sobre él. 

• Las podas de conservación: buscan mantener la forma y el tamaño logrados durante el desarrollo de un árbol. Se realizan pequeños cortes y se eliminan las ramas secas para evitar que los árboles envejezcan antes. 

• Las podas de producción: se aplican mayormente a árboles frutales, y consisten en renovar periódicamente las ramas fructíferas con vistas a obtener una abundante producción de fruta, de calidad y buen tamaño. Este tipo de poda se puede utilizar también para estimular la floración y la generación de brotes vegetativos en árboles no frutales.

• Las podas de calidad: se aplican sobre todo a árboles forestales y tienen como objetivo producir madera de alta calidad y sin nudos. Se pueden podar ramas muertas (durante todo el año) o ramas vivas del árbol seleccionado. En el caso de las vivas, la poda se realiza a finales de invierno o durante el verano, que es cuando el árbol es capaz de segregar resina para cerrar las heridas.

• La poda de elevación de copa: se conoce también como poda basal de la copa y se aplica en árboles y arbustos desde jóvenes, sobre todo en aquellas especies que tienen tendencia a emitir brotes en el tronco, con la finalidad de mantener limpio el fuste.

• La poda de reducción de copa: se suele llevar a cabo en árboles adultos que compiten por la luz solar y el espacio con otras especies arbóreas, y consiste en la eliminación selectiva de ramas para reducir la altura del árbol.

• La poda por crecimiento invasivo de raíces: se emplea principalmente en núcleos urbanos. Se podan los árboles cuyas raíces crecen demasiado y acaban rompiendo la calzada y/o carreteras.

Por lo general, el mejor momento para podar suele ser el invierno, cuando los árboles caducos se encuentran sin hojas y es más fácil ver las ramas. Además, los árboles no ven afectada su fase de crecimiento, que suele darse en primavera o verano.

El tipo de hoja de un árbol también puede ofrecernos pistas sobre cuándo es mejor podarlo: 

• Las plantas y árboles de hoja caduca pierden todas sus hojas en invierno debido a que sufren una parada vegetativa. Es ése el mejor momento para podarlas, para que en primavera vuelvan a brotar con toda su fuerza.

• En las plantas y los árboles de hoja perenne no se da esa parada vegetativa en invierno, y por tanto no pierden sus hojas. Pero sí ven ralentizado su crecimiento durante esa estación. El mejor momento para la poda es justo antes de que aparezcan los nuevos brotes, en primavera.

• Por último, las plantas y especies arbóreas con flor que florecen en primavera se suelen podar una vez concluida la floración. Mientras que aquellas que florecen en verano y otoño no se podan hasta finales del invierno, una vez haya pasado el riesgo de heladas y justo antes de que aparezcan los nuevos brotes primaverales, en el caso de las plantas caducifolias. 

En PODAS EUROPA trabajamos con un gran respeto por la naturaleza. Por eso siempre que sea posible recurriremos a la poda antes que a la tala de árboles. Hay veces en las que un árbol enfermo, o que presenta riesgo de rotura y/o caída, puede salvarse con una poda de saneamiento. En caso de duda, consulta siempre con profesionales.