Tala de árboles

Llamamos tala o apeo a la acción de derribar un árbol por su base. Talar un árbol no sólo exige esfuerzo físico, preparación y una buena técnica. También es importante contar con un equipo de tala adecuado que cumpla con unos estándares básicos de seguridad con el fin de proteger no sólo al operario que realiza la tala, sino también a las personas y/u objetos que se encuentren cerca en el momento del derribo.

Lo primero es contactar con las instituciones locales para obtener las pertinentes licencias, en el caso de ser necesarias. El no solicitarlas puede conllevar elevadas multas derivadas de un posible delito de tala ilegal, que pueden ir desde los 300 euros (para las infracciones más leves) hasta los 500.000 euros (en los casos más graves). 

Generalmente, la poda de un único árbol, sobre todo si se encuentra dentro de nuestra propiedad, no precisará de licencia por considerarse un trabajo de jardinería menor. Aun así es conveniente consultar la normativa local para asegurarnos. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, se rige por la Ley de Protección y Fomento del Arbolado Urbano, que prohíbe talar árboles de cualquier especie arbórea, ubicados en suelo urbano, con más de diez años de antigüedad o veinte centímetros de diámetro de tronco al nivel del suelo. 

Primero hay que comprobar el lugar y anotar los obstáculos reseñables (como tendidos eléctricos cercanos, edificios colindantes, carreteras o calles próximas por donde vayan a circular personas), para así asegurar la zona de trabajo y evitar accidentes. 

Posteriormente verificaremos la dirección de caída del árbol, despejaremos toda la zona y estableceremos un perímetro de seguridad y una posible vía de escape para protegernos en el caso de que el árbol caiga por accidente en nuestra dirección.

Tras colocar las señales de advertencia en dirección de la caída del árbol ya podemos podar aquellas ramas que por su situación en el tronco entorpezcan la tala. 

Además, hay que elegir el tipo de corte, que por lo general va a depender del tamaño del árbol y de si está o no en pendiente, así como del tamaño de nuestra motosierra. Si estás interesado en saber más acerca de los tipos de corte para la tala, tienes información más detallada en: https://normadera.tknika.eus/es/content/tipos-de-corte-de-tala.html.

Para finalizar elegiremos entre varias herramientas de derribo (barras desgajadoras, barras de derribo, cuñas de impacto, etc., siendo el cabrestante la herramienta que se utiliza en derribos en los que se requiere de máxima fuerza y seguridad).

En definitiva, el proceso de tala de árboles es bastante complejo, presupone cumplir ciertas normativas legales y estándares básicos de seguridad, y requiere además de formación previa y de pericia técnica: por ello, si necesitas talar un árbol, te recomendamos contactar directamente con profesionales.

La tala de árboles es un tema controvertido que suscita debate ya que se suele asociar con la deforestación de nuestros bosques, un problema que afecta, entre otros, a muchos países mediterráneos y que consiste en la disminución del número de vegetación y árboles de un territorio a un ritmo superior al que se pueden regenerar. 

La deforestación tiene unas consecuencias nefastas sobre el medio ambiente, como por ejemplo la desertificación de zonas anteriormente boscosas, la erosión del suelo o la pérdida de ecosistemas y de la biodiversidad de un territorio.  

En general se conocen dos tipos de deforestación, la natural - causada por fenómenos naturales como tornados, tormentas, incendios o plagas forestales - y la provocada por el hombre. Mientras que en la primera es difícil intervenir, en la segunda sí podemos actuar para intentar reducir sus consecuencias. En este sentido, es muy importante que llegados al caso de tener que talar un árbol lo hagamos de manera responsable. 

Estos son algunos ejemplos en los que la tala estaría justificada:

• La tala de árboles se suele efectuar únicamente cuando ya nada se puede hacer por la integridad de un árbol: ya sea porque ha completado su ciclo de vida y se ha secado, o bien por padecer alguna enfermedad que ha ocasionado pudriciones que afectan a su estabilidad. 

• También se suele recurrir a la tala cuando un árbol supone un riesgo por su cercanía a viviendas, fachadas de edificios, etc., sobre todo para prevenir su caída en caso de mal tiempo, tormentas o vientos fuertes, o cuando por algún otro motivo hay riesgo de colapso. 

• La calidad y la degradación del suelo son otra de las causas que pueden comprometer la estabilidad de un árbol. Las coníferas (pinos, cedros, arizónicas, cipreses, etc.), por ejemplo, buscan normalmente el agua muy a ras de suelo, y si se plantan en una pradera que se riega habitualmente o recibe agua en abundancia pueden perder estabilidad al alcanzar un porte grande y acabar cayendo. 

• Finalmente, la tala está justificada si un árbol obstaculiza de algún modo la movilidad urbana, si debido a su altura perjudica la iluminación de las farolas, o si por su situación se interpone en obras de infraestructura vial (ampliación de calles o apertura de vías nuevas) o en la construcción de edificios y/o nuevas viviendas. 

Siempre que sea posible hay que intentar evitar la tala de árboles. A veces, con recurrir a podas estructurales o de saneamiento es suficiente. Quien mejor puede asesorarte en estos casos es un profesional. 

En PODAS EUROPA nos desplazamos sin problema a cualquier punto de la Comunidad de Madrid y a provincias limítrofes para valorar y presupuestar, sin ningún tipo de compromiso, posibles actuaciones. El presupuesto se envía al cliente en un plazo máximo de 24 horas, una vez realizada la visita prospectiva.

Contamos con un equipo de profesionales especializados en podas de altura, con certificación técnica en trepa y manejo de plataformas elevadoras. Cumplimos con todas las normas de seguridad y trabajamos con equipamiento homologado según la normativa europea para la arboricultura aérea: cuerdas, cascos, manguitos, pantalones anticorte y motosierras de la mejor calidad.

En PODAS EUROPA apostamos por la calidad en el servicio. Nuestra amplia experiencia y profesionalidad nos permite acometer trabajos de extrema dificultad. Contamos con personal especializado y formado para ese fin. Trabajamos de forma eficaz y segura, lo que nos evita cualquier tipo de accidente, material o personal.

Movidos por el respeto a la naturaleza, nuestra prioridad será siempre recuperar la salud del árbol, siendo la tala el último recurso. No lo dudes y contacta ya con nosotros para concertar una visita.